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«Psique» en Puerto de Escape

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Bibliomancia: ”Psique” de Carolina Lehman, novela cf chilena, distópica y heterónima.

Novela distópica con heterónimo, esdrújulamente interesante, me encamina hacia otro Valparaíso, ya que buena parte de su acción transcurre en el viejo puerto, y así, entre prólogo y solapas, la original dupla de autores -Amira y Guajardo- me explican en qué consiste esta figura retórica (Carolina Lehman, Mythica Ediciones, 2010) y el porqué la utilizaron como autora supuesta del texto; de lo cual rescato el darle verosimilitud al relato protagonizado por una joven bastante original, por decir lo menos, aunque yo le encuentro una insoportable cara de chiquilla malcriada, posando en la portada, pero bueno, es cosa de gustos…

Me atrapó el libro, es verdad, ya que el comienzo está muy bien escrito y uno desea saber qué le pasó a Psilvia, la cual despierta amnésica en su departamento, tratando de rearmar su pasado y saber quién es. “No recuerda nada de sí. Conoce la raíz cuadrada del 4, los ingredientes para hacer gyozas de cerdo, recuerda el nombre de un motel camino a Viña del Mar, el rostro estampado en los billetes de mil, el sabor del ñache sin condimentos”, mientras, la ciudad de Santiago está literalmente en el suelo, desaparece la Virgen del Cerro San Cristóbal, el Parque Forestal con árboles convertidos en carbón; grandes socavones en las calles permiten ver las líneas del Metro, todo es caos y desastre, pero ¿qué ocurrió en la capital de Chile? Una devastadora e inexplicable hecatombe cuyo origen nadie tiene muy claro, dando como resultado el traslado del Poder Ejecutivo a Valparaíso y la migración de santiaguinos hacia las provincias. Los pocos que quedan, deben soportar la presencia de unos siniestros sujetos de negro llamados “blackwater”, supuestamente encargados de mantener el orden público, pero su verdadera misión es atrapar a “los paranormales” surgidos a raíz de esta hecatombe, cuyo destino, después de capturarlos, es un misterio lleno de especulaciones, que nos recuerda al Dr. Mengele.

Nuestra anti-heroína, Psilvia/Psique, camina por la ciudad buscando a una mujer, Paula, esplendorosa hembra de físico imponente que tiene mucho que ver con su oscuro pasado. Se encuentran, se aman, y consuman (¿o consumen?) ese amor en una hoguera de pasión, envuelta en una exquisita sensualidad, cuya magistral descripción de la escena lésbica está hecha con altas dosis de erotismo y nada de pornografía, mérito difícil de encontrar en estos tiempos. Copia de Amira 2

A partir de ese encuentro, la novela toma un ritmo inusitado, y es así como vamos conociendo los tortuosos hechos en que Psilvia se ha visto involucrada, crisis diversas, robo, un novio golpeador, un amante casado, una familia pueblerina que no desea reencontrar. Cada descubrimiento va completando el rompecabezas de su vida, y dejando más perplejo al lector, pero eso no es todo, Psilvia ahora es una paranormal, con poderes increíbles que pueden ir de la muerte a la vida, de la luz a las sombras. Ante un escenario tan adverso, Paula decide que la única salida es viajar a Valparaíso, logran esquivar los controles y llegan a la nueva capital, convertida en una babel de personas y personajes.

Una vez allí, refugiadas en casa de una prostituta amiga, Psilvia comienza el recorrido por los cerros e innumerables sitios entrañables, que los buenos porteños sabemos reconocer “descienden por un pasaje angosto de escalones separados por varios metros uno de otro, en una curva que les lleva a un paseo peatonal embaldosado, limpio, bajo la sombra de árboles centenarios. Una mujer las saluda animadamente y sigue su camino ¿Es siempre así? Psilvia siente que podría llorar de felicidad. Es como soñaba que debía ser.”

Dejando hasta aquí la trama del libro “Psique”, a fin de no quitar la emoción legítima de leerlo, me referiré a sus otros aspectos, que amerita mencionarlos por ser en extremo interesantes. A Psilvia la acompaña un personaje imaginario “Pepe Grillo” que con sus mudas e histriónicas apariciones, provoca un quiebre gracioso que logra descolocar frente a lo pavoroso de la historia. Pues Chile está gobernado por la Presidenta Alvear (cualquier similitud no debe ser coincidencia).

Y la capital devastada se entrega en arriendo, así, “nuestro querido Estado Chileno le arrendó a Blackwater la región Metropolitana por cinco años para la reconstrucción”. ¿Y de dónde aparecieron esos blackwater?, de Estados Unidos of course. Por allí se cruza el Divino Anticristo, personaje de culto en Santiago y que gracias a los medios, hemos conocido en regiones. Con su peculiar estilo, le comunica a la protagonista mensajes apocalípticos, y sabe perfectamente quién es ella.

La banda sonora de la novela, por extravagante que suene, es todo un aporte, porque agarra el vuelo de un relato “sensorial” donde se apela a usar más allá del sentido de la vista, y como de los 74 temas citados al final del libro, sólo conozco 9, me provocó la inquietud de escuchar los restantes. Voy a demorar un poco en conseguirlos, pero creo que leer nuevamente “Psique” (Mythica Ediciones, 2010) con la música citada para cada escena, va a ser toda una experiencia nueva…

Marisol Utreras Guerra. Puerto de Escape, 8 de julio 2010

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